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Portada Estafeta Literaria. Nº 506.

La Estafeta Literaria: un estudio descriptivo comparado (III)

Este estudio propone un análisis comparativo de las diferentes etapas de La Estafeta Literaria, una revista cultural franquista. A través de una exhaustiva revisión, se examina el enfoque de la publicación en diversas manifestaciones artísticas, con especial énfasis en la literatura, y su relación con la ideología dominante. Asimismo, se destaca cómo la cultura fue manipulada como un arma del poder para moldear y controlar el pensamiento, mientras se desvela un entramado de géneros periodísticos que construyeron la apariencia de objetividad en sus contenidos. Pese a todo, si la cultura hubo de ser algo, ese algo fue, siempre y desde el principio, un arma en manos del régimen, se infiere claramente de las palabras de Fusi sobre la Ley de Prensa (VV.AA., 2000. Págs 175-176).

La estafeta literaria Nº 526. Fuente: Centro Arte Contemporáneo Aínsa-Sobrarbe.
La estafeta literaria Nº 526 (1973). Fuente: Centro Arte Contemporáneo Aínsa-Sobrarbe.

«(La Estafeta Literaria), ni ha contado con demasiada fama posterior, ni se le han dedicado extensas páginas en los manuales sobre el tema” (Garbisu, 2017). Por este motivo, el trabajo de investigación presentado pretende hacerse cargo de la siguiente tarea: el estudio comparativo de dos de las etapas de La Estafeta Literaria, medio de comunicación cultural franquista financiado por el régimen. Sencillamente, La Estafeta Literaria merece ser objeto de estudio, pues, ya lo dijo Garbisu ‘hasta ahora no lo ha sido en la medida en que lo merece’». (García Lucio, 2018)

¿Qué entiende por cultura La Estafeta Literaria? (primera etapa)

Lo primero será establecer el marco cultural de la primera etapa, de la mano de Juan Pablo Fusi, quien redactará una obra junto a otros investigadores, encargándose él del área exclusivamente cultural. Hablamos de Franquismo: el juicio de la historia, editado por temas de hoy, escrito por  Juan Pablo Fusi, José Luis García Delgado, Santos Juliá, Edward Malefakis y Stanley G. Payne. (VV.AA., 2000).

“Las dictaduras totalitarias de las décadas de 1920 y 1930 fueron los primeros regímenes en hacer de la cultura un instrumento sistemático de indoctrinación, dominio y propaganda”. (VV.AA., 2000. Pag. 171).

Así es como Juan Pablo Fusi abre el apartado cultural del ensayo. Como España se miró en la Alemania nazi para muchas cosas, resultaría lógico inferir que también vino a cumplir con este papel, no solo en Literatura, sino también en todo el campo de las artes, pues así opinó, al menos, Muñoz López:

“Ya desde los comienzos del nuevo régimen tras la Guerra Civil las artistas participaron en actividades artísticas, como ocurre, por ejemplo en las obras de exaltación bélica e ideológica realizadas inmediatamente después de la victoria franquista, como los diversos monumentos u obras murales conmemorativas de la «Victoria» o el «Alzamiento», los «Caídos», etc. La estética de las ruinas, que conecta el caso español con el fascismo italiano o el nazismo alemán, contó con diversos proyectos de monumentos o con varios dibujos y pinturas, entre ellas la de Carmen Méndez de Terán, presentada en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1943, y titulada Ruinas del Alcázar de Toledo. Ese mismo año, fue rechazada por no alcanzar suficiente número de votos la obra de Blanca Fernández de Aldecoa El Alcázar de Toledo en mayo de 1936.” (Muñoz López, 2015).

A la hora de preguntarnos por el papel que desempeñó el área cultural la siguiente afirmación hecha por Fusi puede llegar a resultar reveladora:

“ (…) Como reacción frente a la Segunda República, Franco no quiso que su Régimen tuviera connotaciones intelectualistas (…) en sus discursos, según observó el escritor monárquico José María Pemán, nunca se deslizó —textualmente— ‘ni una gota de literatura, ni una cita de un autor, ni una metáfora, ni un tropo, ni un latiguillo’ (…)”. (VV.AA., 2000. Pág. 174).

El teatro en La Estafeta Literaria (1944-1957). Los años de Juan Aparicio. Fuetne: Grupo Editorial Sial Pigmalión.
El teatro en La Estafeta Literaria (1944-1957). Los años de Juan Aparicio. Fuente: Grupo Editorial Sial Pigmalión.

Estas teorías resultan sumamente interesantes pues, tomando esto como certeza, podría haberse dicho que Franco casi estuvo, si no en contra del intelectualismo, al menos, en constante evasiva para con él . Cabe, sin embargo, dudar de esta idea, al menos, si nos basamos en el extenso número de los mismos que apoyaron al gobernante:

“No faltaron, sin embargo, intelectuales de la derecha que apoyaron a Franco y el levantamiento militar: D `ors, Ramiro de Maetzu, Manuel Machado, Benavente, José María Salaverría, Péman, Giménez Caballero, W. Fernández Flórez, Sánchez Mazas, Foxá, Josep Pla, Ridruejo, Rosales, Vivanco, Torrente Ballester, Aranguren, Pedro Laín Entralgo, Antonio Tovar, José A. Maravall, Díez del Corral, Cunqueiro o García Nieto (…)”.(VV.AA., 2000. Pág 174).

Pese a todo, si la cultura hubo de ser algo, ese algo fue, siempre y desde el principio, un arma en manos del régimen, citamos a Fusi:

“La ley del 1938 reservó al Estado incluso el derecho a designar los directores de todos los medios de comunicación, públicos o privados”; “El Estado contó con unos 40 diarios, dos agencias oficiales de noticias (EFE y Pyresa), dos cadenas de radio, entre ellas RNE, e incluso una editorial propia, Editora Nacional”. (VV.AA., 2000. Págs 175-176).

Evaluamos: si el Régimen tenía potestad para nombrar al director de cualquier medio de comunicación y contaba con más de cuarenta periódicos y el canal radiofónico más grande de la nación, ¿Cómo iba a no hacer sus caprichos? Véase que hablamos también de dos agencias de noticias que clasificaban y daban las noticias, también  propiedad del Régimen. La posición de fuerza es evidente.

La Estafeta Literaria. Revista Quincenal de Libros, Artes y Espectáculos. Nº 622. Fernando Quiñones. Fuente: Todocoleccion.
La Estafeta Literaria. Revista Quincenal de Libros, Artes y Espectáculos. Nº 622. Fernando Quiñones. Fuente: Todocoleccion.

Quizá el apunte más importante dejado por Fusi sea hablar de ‘un Estado mezcla de Estado totalitario y nacionalcatólico’. Por medio de este apunte, cabe inclinarse a pensar que su cultura va a ser de ese mismo signo o, si no, de uno muy semejante. Esta aseveración y la posibilidad establecida por ley para elegir a todos y cada uno de los directores de los diferentes medios de comunicación da idea de dos cosas: 1. El inmenso poder del Régimen y 2. El uso que este hizo de la cultura.

Vamos ahora con La Estafeta en sí misma. En rigor y por hacerle justicia, lo primero que debe quedar bien claro es : si dijésemos que Estafeta Literaria es igual a cultura, en realidad, no estaríamos errando, pues abanderó  los fenómenos culturales de su tiempo, y ello por no hablar de su pasmosa longevidad, muy a tener en cuenta.

«Pese a todo, si la cultura hubo de ser algo, ese algo fue, siempre y desde el principio, un arma en manos del régimen». (García Lucio, 2018, pág. 78).

En lo que respecta a las secciones de la primera etapa, podemos encontrar un total de veinticuatro, en las que van a quedar como materias centrales las siguientes:

  • Literatura (7).
  • Teatro (2).
  • Cine (2).
  • Biblioteconomía y comercio del libro (2).
  • Tertulias (2).
  • Museos y varios (2).
  • Catálogo libros (1).
  • Circo (1).
  • Bibliográfico (1).
  • Propios (1).

Si observamos bien la columna, apreciaremos perfectamente que, de haber habido una supremacía, habría quedado en manos de la literatura, pues esta habría monopolizado un total de siete secciones, cinco más que el resto; bastante por detrás quedan teatro, cine, biblioteconomía, tertulias y museos, con dos secciones cada una; finalmente, observamos catálogo bibliográfico, circo,  y asuntos propios con una sección cada uno.

La Estafeta Literaria. Revista quincenal de libros, artes y espectáculos. Año 1972, Nº 506. Fuente: AbeBooks.
La Estafeta Literaria. Revista quincenal de libros, artes y espectáculos. Año 1972, Nº 506. Fuente: AbeBooks.

«Pese a todo, quizá el apunte más importante dejado por Fusi sea hablar de ‘un Estado mezcla de Estado totalitario y nacionalcatólico’. (…) cabe inclinarse a pensar que su cultura va a ser de ese mismo signo o, si no, de uno muy semejante». (García Lucio, 2018, pág. 79).

Resumiendo: aunque La Estafeta Literaria trate de legar un entendimiento plural del ámbito cultural, se evidencia que tuvo un particular foco de atención: la literatura, véanse las secciones: ‘A muerte’, ‘La lectura nunca fue un vicio’, ‘La Estafeta en el mundo’, ‘Nana, nanita, nana’, Reparto de medianoche’, ‘No mudo si no mudan’ y ‘Conócete a ti mismo. Cada escritor en crítica consigo’.

No menos importante  resulta el análisis cultural de la primera etapa por otro criterio de incalculable valor: los géneros periodísticos preeminentes durante estos cuarenta números. Veámoslos.

  • Noticia (8).
  • Reportaje (4).
  • Literatura de creación o fragmentos (3).
  • Entrevistas (2).
  • Tertulias y debates (2).
  • Género de opinión (2).
  • Crítica y reseña literaria (2).
  • Género epistolar (1).
  • Crónica (1).

Visto esto puede decirse lo siguiente: el género de la noticia,  (ocho secciones completas), es el que más abunda en esta primera etapa de La Estafeta; a algo de distancia queda el reportaje, (cuatro secciones) ; siguen literatura de creación con tres; Tertulias, Opinión y Crítica con dos y Epistolar y Crónica con una.

¿Qué cabe concluir de este análisis periodístico? Que, de nuevo, puede apreciarse que La Estafeta Literaria se define como un medio de comunicación inclusivo y enriquecedor, por un lado. Por el otro, cabe destacar que su columna vertebral  —Al menos ateniéndonos a los datos arrojados por la primera etapa— hubo de ser el género periodístico de la noticia, hecho este que bien podría estar hablando de una apuesta por la objetividad o, en su defecto, por la apariencia de objetividad.

Resumiendo, en la primera etapa se nos habla de una cultura preeminentemente literaria, cuya búsqueda se emprende a través de la noticia enfocada preeminentemente desde el ámbito literario, dando lugar así a un paradigma cultural eminentemente objetivista.

La Estafeta Literaria: un estudio descriptivo-comparado por Santiago García Lucio.

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