Tal y como hemos aprendido con la serie Análisis historiográfico completo, la creación de una obra de arte suele estar determinada por la influencia de los artistas y obras que le han precedido. También, y gracias a los distintos puntos de vista de la historiografía, sabemos que el significado o interpretación de una obra puede surgir de cualquiera de los elementos implicados en la experiencia artística, ya sea el creador, la propia obra, su contexto o el espectador.
- La obra de arte tiene infinitos puntos de vista.
- La belleza libre de Kant.
- El error de la escuela de Fráncfort.
- Adiós a las concepciones deterministas sobre arte.
- En arte, todas las visiones son válidas y compatibles.
- Estética y contexto: la experiencia artística plena.
- El arte como herramienta provocadora de cambios.
- Serie: Análisis historiográfico completo (I, II, III y IV).
- Bibliografía serie Análisis historiográfico completo.
La obra de arte tiene infinitos puntos de vista
Si volvemos a Goya y a la obra de arte como la expresión única de un genio, podríamos definir sus pinturas negras como el resultado de la muerte de su mujer, de su aislamiento debido a su sordera, de las consecuencias de la guerra y en general, del mal estado y pesimismo del artista. Pero Barthes nos dice con La muerte del autor (1967) que es una visión muy limitada de ver la obra, ya que, desde ese enfoque, sucumbimos a dos errores: el de intentar adivinar la intención del artista analizando su obra y el de dar el significado más objetivo. Y es que nunca podremos estar completamente seguros de ello, aun si pudiéramos hablar con el autor y él nos lo dijera, ya que podría mentirnos o que ni él mismo supiera de verdad por qué habría creado dicha obra.
No existe por tanto un análisis correcto de la obra, ya que podrá tener infinitos puntos de vista, y estos dependerán de las diversas interpretaciones que pueda aportar cada individuo.
La belleza libre de Kant
Desde luego, y aprovechamos para mencionar el olvidado concepto de belleza de Kant durante nuestra serie de cinco publicaciones: Análisis historiográfico completo. Solo habrá una única verdad objetiva, que será la venida de la naturaleza, ya que no existirá nada creado por nadie que sea más original que ella, la cual vendrá siempre estéticamente dada. Es la que Kant denominaba la belleza libre, porque somos libres para apreciarla, sin ningún tipo de condicionante contextual.
Pero sin querer imitar a la política más populista desprestigiando el significado de tan preciado signo “libertad”, ni caer en posibles ambigüedades, no deja de ser curioso que Kant la llamara belleza libre, por hacernos libres al no tener que pensar demasiado, de no tener que buscar otras interpretaciones que no vengan dadas y que no puedan ser de otra manera; y que sin embargo, Barthes, nos considere libres por precisamente lo contrario: pensar; ya que en su planteamiento posestructuralista, la interpretación de la obra es libre por dar esa infinidad de posibilidades en las que hemos tenido que reflexionar, y en las que hemos tenido la libertad de poder aportar como cualquier otro individuo.
El movimiento impresionista comienza a desmarcarse de la habitual mímesis de la realidad de los artistas clásicos. Los artistas recrean la naturaleza dando su particular punto de vista del mundo que les rodea, cediéndole gran importancia a la luz y el color. De los artistas impresionistas destaca la pincelada suelta, pintando al aire libre, capturando el momento y descartando la identidad de lo representado. Al igual que la obra de Goya fue fundamental en su influencia posterior al Expresionismo, los artistas impresionistas como Manet, Renoir o Monet fueron clave para el desarrollo posterior del Posimpresionismo o el resto de movimientos de las Vanguardias.
El error de la escuela de Fráncfort
Por tanto, y más que la muerte del autor, Barthes anuncia el nacimiento del lector. Estamos de nuevo ante otro salto, y que tiene que ver precisamente con una de las críticas que obtuvieron los pensadores de la Escuela de Fráncfort. Su error fue el de considerar que la masa no tenía la capacidad de reaccionar a los mensajes que emanaban de la industria cultural, y que por tanto, ésta sería tan maleable como los alemanes arios.
No tuvieron en cuenta que antes que masa, somos individuos, con características, pensamientos y reacciones propias; algo estrechamente ligado a la llegada del posestructuralismo y a la infinidad de interpretaciones que, según Barthes, podrían surgir de cualquier obra. Aunque podemos perdonar ese pequeño desliz a los miembros de la Escuela de Fráncfort, traumatizados por el genocidio de sus semejantes e inevitablemente influenciados por la corriente conductista de principios del siglo XX.
Y es que ni se puede generalizar ni existen verdades absolutas, por lo que Barthes queda exento del equívoco por no cometer ese mismo error. De modo que el debate masa-individuo podría quedar en tablas, pues contemplando la obra Perfect Garden de Pawel Kuczynski, y aterrizando de lleno en nuestra actual sociedad hipermoderna, podemos afirmar que existimos como masa -es evidente y tampoco lo podemos negar- y existimos como individuos -algo también evidente, aunque algunos más que otros-.
Adiós a las concepciones deterministas sobre arte
Para comenzar a cerrar este extenso ensayo sobre un análisis historiográfico completo; llegamos a la conclusión de que la apropiación siempre ha existido, bien de manera inconsciente y con artistas que construyen sus obras desde la imaginación y el subconsciente (contexto, habitus, influencias, etc.), como de manera consciente y reconstruyendo las obras a partir de elementos ya existentes, como ocurriría con el Détournement y el Pop o como ocurre hoy día con la postfotografía, utilizada también como herramienta para la denuncia de asuntos sociales, casi siempre relacionados con las nuevas tecnologías, la política o los derechos humanos (bigdata, selfie, regeneración icónica, corrupción, guerra, pobreza, etc.).
Lorna Simpson se apropia de dos fotografías del año 1967 para reinterpretarlas y acercarlas a nuestros días. Ilustra y denuncia los hechos de los Disturbios de Detroit. Then & Now (2016) llega en un momento en que la violencia policial contra los ciudadanos afroamericanos sigue dominando los titulares tras cincuenta años. La obra de Simpson conecta los eventos de 1967 con la actualidad.
Simpson es conocida por su compromiso con la política racial y de identidad. Esta obra fue creada mediante la serigrafía de dos fotografías encontradas y que fueron tomadas durante los Disturbios de Detroit en julio de 1967, que comenzaron después de que la policía intentara arrestar a los 82 clientes de un bar sin licencia tras pasar la hora límite. Durante los siguientes cinco días, 43 personas murieron, 1189 resultaron heridas y más de 2000 propiedades fueron destruidas.
Tate Modern.
Quedan por tanto lejanas las concepciones deterministas sobre arte que, con el paso del tiempo y las aportaciones de artistas y filósofos, hemos superado. Obras como Then & Now (2016) de Lorna Simpson son prueba de ello. También lo es Babel (2001), del brasileño Cildo Meireles. La instalación, desde luego, es otra prueba de la infinidad de posibilidades que nos ofrece el arte, tanto desde el punto de vista de su creación como de su interpretación.
Cildo Meireles se refiere a Babel como una ‘torre de la incomprensión’. Compuesta por cientos de radios, cada una sintonizada en una emisora diferente. La escultura se relaciona con la historia bíblica de la Torre de Babel, una torre lo suficientemente alta como para alcanzar los cielos. Dios se ofendió e hizo que los constructores hablaran en diferentes idiomas. Incapaces de entenderse unos a otros, se dividieron y dispersaron por la tierra, y así comenzaron todos los conflictos de la humanidad.
Tate Modern.
En arte, todas las visiones son válidas y compatibles
Llegados a este punto, vamos a aprovechar para lanzar una pregunta -casi- retórica sobre Goya, que cerrará el debate entre positivistas y formalistas, pues vemos que el artista, tras analizar La familia de Carlos IV (1800), todavía conserva el equilibrio heredado del Neoclásico, pero al que añade la intensidad expresiva que hacía ver la psicología de sus modelos. Con La maja desnuda (1800), rompió el tabú de pintar desnudos de mujeres reales; y durante sus pinturas negras, creó un estilo único que después se llamaría expresionismo.
Entonces, ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? ¿De dónde provienen esos cambios? ¿Avistó Goya en la sociedad la necesidad de aportar sinceridad al arte con sus retratos o surgió más bien de una necesidad interior como suele interpretarse al hablar sobre sus pinturas negras? ¿Estamos ante un enigma para Wölffin o para Taine (formalismo o positivismo)? ¿O quizás ambas metodologías fuesen correctas? Correctas sí, incompletas también, compatibles junto a todas las demás, puede que sea la clave. Tras repasar todas las metodologías en relación al arte y a su análisis historiográfico, llegamos a la conclusión de que cuanto más conocimiento contenga la cabeza del crítico y cuantos más puntos de vista domine, más completo podrá ser su análisis.
Estética y contexto: la experiencia artística plena
Pude contemplar Los fusilamientos del 3 de mayo (1814) de Francisco de Goya en el Museo del Prado hace años, y siendo sincero, no capté su aura, ni provocó en mí perplejidad o elevación como Walter Benjamin había anunciado; aunque no puedo decir lo mismo sobre Dos viejos comiendo sopa (1823) o Saturno devorando a su hijo (1823).
A fin de cuentas, en ese momento no fui capaz de entender todo su significado. Pero es ahora, realizando este ensayo, cuando percibo su aura -aunque sea en la distancia- y cuando, gracias a la investigación personal llevada a cabo, soy capaz de interpretar, entender e incluso de sentir.
Podemos concluir así que, para tener una experiencia completa con el arte, no podemos limitarnos al poder de ese halo mágico, es decir, a su deleite y contemplación estética, sino que tenemos que conocerla en profundidad con detalles sobre su autor, su historia, influencias o contexto. Si el crítico además da un paso más y aporta lo que su léxico le manda: crítica; mejor que mejor.
El arte como herramienta provocadora de cambios
Kruger combina un estilo visual dinámico con texto que a menudo es irónico, acusatorio o de confrontación. Dirigiéndose directamente al espectador, sus obras nos desafían a pensar sobre la desigualdad social, las políticas de género y las falsas promesas del capitalismo.
La pregunta que plantea aquí tiene solo tres palabras, pero puede interpretarse y responderse de muchas maneras. A medida que las estadísticas revelan que la riqueza se concentra en cada vez menos manos, el trabajo de Kruger sigue siendo poderosamente relevante.
Tate Modern.
Para terminar nuestro análisis historiográfico, rescatando el espíritu situacionista, y tomando ahora el punto de vista del artista, nunca fue tan necesaria una lucha consistente en la producción de contenidos críticos y de buena calidad, que en su formato y estética lleguen al espectador y que en su mensaje hagan reflexionar y fomentar su conciencia crítica. En mano de los creadores está generar contenidos eficientes para esta noble causa, que en su propagación sean efectivos como un virus y que en su asimilación tengan el poder de una bala mágica.
SERIE: ANÁLISIS HISTORIOGRÁFICO COMPLETO I, II, III y IV:
- 1. Los fusilamientos del 3 de mayo. Análisis historiográfico completo (I).
- 2. Goya, análisis estilo y revolución. Análisis historiográfico completo (II).
- 3. Situacionismo y Escuela de Fráncfort. Análisis historiográfico completo (III).
- 4. Del aura de Benjamin a La muerte del autor (1967) de Barthes. Análisis historiográfico completo (IV).
Otros artículos sobre arte de tu interés:
- De artesano a genio creador. ¿Qué es un artista? | Historia del arte. (Artista genio).
- El habitus de Bourdieu y la interpretación del arte. (habitus segun bourdieu).
- ¿Por qué hoy todo puede ser arte? Arbitrariedad, significado y significante.
- El cuadro mal llamado Guernica. Charla con el Dr. José Barbadilla. (Guernica Picasso Análisis).
- El dilema masa e individuo. Consumo y distribución del arte. (Arte masa).
- Kitsch no es arte. Industria cultural no es CULTURA. (arte kitsch).
Bibliografía serie Análisis Historiográfico Completo
- ADORNO, T. y HORKHEIMER, M. (1944). Dialécticas de la Ilustración.
- AGUADO, J.M. (2004). Introducción a las Teorías de la Comunicación y la Información.
- BARTHES, R. (1987). La muerte del autor.
- BENJAMIN, W. (1935). La obra de arte en la época de su reproducción mecánica.
- Campàs, J. (2019). La construcción del conocimiento en historia del arte. Barcelona: UOC.
- DEBORD, G. (1967). La sociedad del espectáculo.
- FONTCUBERTA, J. (2016). La furia de las imágenes.
- RODRIGO ALSINA, M. (2001). Teorías de la comunicación. Ámbitos, métodos y perspectivas.
- Rodríguez Granell, A. (2019). Arte y política. Walter Benjamin, Max Horkheimer, Theodor W. Adorno y Jürgen Habermas. Barcelona: UOC.